Podríamos decir muchas más, pero lo esencial de Tarn se describe en dos palabras: bonito y acogedor. Cinco razones para venir y amar Tarn, todas ellas con una simplicidad evidente: los paisajes variados, el recibimiento acogedor de sus habitantes, la gastronomía local, el patrimonio repleto de historias, la vida tranquila. Todo está aquí.
1- Los paisajes y los grandes espacios
El río corta Tarn en dos, pero podría dividir el departamento en cuatro porque los paisajes son tan diferentes de norte a sur, como de este a oeste. La Montaña Negra no tiene nada que envidiar a las piedras blancas de Pays Cordais. Los Montes de Lacaune también son tan emblemáticos como las colinas del viñedo de Gaillac. Pays de Cocagne es tan abundante como el valle del Tarn. Los pueblecitos, las vistas inspiradoras, las bajadas en BTT, las rutas de senderismo o las tranquilas siestas cerca de un lago deleitan la vista y calman los sentidos.

2- El recibimiento acogedor de sus habitantes
En los mercados, en las gradas de un estadio de rugby, en las tiendas o en su alojamiento de Tarn el recibimiento es sincero y sin problemas. Le reciben con una sonrisa, un apretón de manos franco y el tan agradable sentido del humor. Con el acento le daremos consejos y pequeños secretos de familia. Le mimaremos y se quedará pasmado. Tarn es la región de un pueblo acogedor.

3- Las buenas cosas
Una gastronomía dulce y salada, vinos originales, experiencias repletas de emociones fuertes o, al contrario, un descanso bien merecido, bonitas historias para descubrir, contar o transmitir: ¡esto también es Tarn! Un remanso de paz para los pequeños placeres, momentos sencillos para compartir con personas importantes… ¡Las vacaciones sean como sean!

4- El patrimonio de Tarn
Tarn se presenta ante nuestra mirada curiosa con una luz tan especial, una autenticidad, una rica historia y un patrimonio incomparable. Lugares declarados Patrimonio Mundial de la Unesco, los pueblos más bonitos de Francia, jardines emblemáticos y monumentos históricos… Aquí hay de todo para disfrutar de unas vacaciones llenas de color y satisfacer todos los gustos de evasión.

5 – Tomarse su tiempo
En Tarn, se recomienda tomarse su tiempo. El momento de contemplar un pueblo como si estuviese suspendido en el cielo, pasear por un bosque aromático por la mañana temprano, descender un río tranquilo en canoa, degustar un asado de ternera de Ségala, beber un vino de Gaillac a los pies de las viñas mientras se disfruta del atardecer tras las colinas. El momento de tomarse su tiempo para perderse.
