Al cruzar el departamento de este a oeste, el río Tarn recorre todo el territorio dejando huella a su paso. De Trèbas a Saint-Sulpice-la-Pointe, bordea el Tarn para descubrir sus riquezas situadas en el hueco de sus meandros.

Desde la Antigüedad, el Tarn se utilizó para la navegación, en concreto, para el comercio de los productos de Tarn desde Gaillac hasta Burdeos. Vinos de Gaillac, pastel o azafrán transitaban y se enviaban en las gabarras, esos barcos de madera con un fondo plano.

Hoy en día se puede subir a bordo de una gabarra para un paseo con salida desde Albi o Aiguelèze, y disfrutar de unas vistas inesperadas del patrimonio de Tarn.

Se pueden admirar los puentes, las esclusas y los puertos que decoran el paisaje de Tarn. Son muchos los vestigios que demuestra el uso del río como vía de transporte. Como testimonio de las actividades de antaño se encuentra el molino de aceite de Rabastens, o los molinos albigenses en Albi, que se utilizaban para la fabricación de harinas, aceites y pastas, pero la mayoría de ellos transformados en centrales hidroeléctricas. Algunos aún se conservan en su estado original, como el molino de aceite de Rabastens o bien, se han restaurado, como el molino albigense en Albi.

Un río repleto de historia

Un paraíso para las especies protegidas

Por los meandros del Tarn descubrirá un espacio natural protegido en el que se desarrolla una sorprendente fauna y una flora diversificada.

En este refugio privilegiado para las numerosas especies encontrará numerosas aves, libélulas y por supuesto, peces.

El río Tarn esconde algunos lugares naturales únicos y emblemáticos. Por ejemplo, en Ambialet, el Tarn hace un circuito alrededor de la ciudad y ha modelado un paisaje único. ¡Las vistas desde arriba son magníficas!

Alrededor del Tarn se han acondicionado senderos que permiten descubrir la fauna y la flora durante paseos repletos de descubrimientos.

Las alegrías del agua

A veces tranquilas, y otras veces vivas, el agua del río ofrece una multitud de actividades acuáticas. Pesca, canoa, baño, esquí náutico… ¡Deténgase en las orillas del Tarn y déjese llevar por la corriente!

Disfrute de lugares de baño acondicionados en el río en Aiguelèze y Trébas-les-Bains.

Nada como una pequeña siesta a orillas del agua para dejarse llevar por la tranquilidad de estos lugares.

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